- ASCIZ Presentará firmas e informes a la Consejería de Cultura para solicitar la protección del parque a finales del próximo mes.
- ASCIZ defiende que la declaración BIC es de «necesidad objetiva».
La fórmula de solicitar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) ha funcionado en otras ocasiones. El caso más reciente, el de la Fábrica de Loza de San Claudio. Cuando el propietario dejó entrever sus planes de cerrar la factoría, los trabajadores solicitaron la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) y el Principado la aprobó. No lograron evitar así el traslado, pero truncaron su plan de sacar negocio por la venta de las instalaciones. Ahora, ASCIZ quiere dar los mismos pasos para frenar la operación de Uría: solicitará la protección del Campo de San Francisco, con categoría de Jardín Histórico.
Su portavoz, Roberto Sánchez Ramos, presentará la petición formal ante el Principado a finales del próximo mes. Llevará todas las firmas recogidas (de momento ya lleva más de 2.000) y toda la documentación. Será al día siguiente de la movilización ciudadana convocada por 40 colectivos para el 28 de junio.
El alcalde, Gabino de Lorenzo, ya ha dicho que hará caso omiso a estas manifestaciones de protesta. Por tanto, quedará en manos de la consejera de Cultura, Mercedes Álvarez, (además del frente abierto en los tribunales), paralizar o modificar estos planes. Su departamento puede jugar un papel importante en esta operación, pero si decide declarar BIC el parque, se puede meter en un buen jardín con el Ayuntamiento.
A la espera de que ver los siguientes pasos, Sánchez Ramos acudió ayer a la facultad de Geografía e Historia para debatir sobre esta declaración. Lo hizo acompañado del profesor universitario Manuel Maurín. En septiembre, volverá a un nuevo acto.
De momento, el concejal defendió ayer la «necesidad objetiva» de proteger esta espacio, con más de ocho siglos de historia «ligada al crecimiento de Oviedo». Además de sus numerosas especies vegetales, el parque incluye otros elementos patrimoniales de interés, como la puerta de la iglesia de San Isidoro o la Silla del Rey.
No será la primera iniciativa para proteger este pulmón de la ciudad. En la década de los noventa, un grupo de vecinos solicitó esta declaración en la Consejería de Cultural, tras la aprobación de la Ley Estatal de Patrimonio. No salió adelante. Pero en esta ocasión, explicó el profesor, la declaración está más que justificada. En su opinión, la obra del aparcamiento acarreará un gran impacto medioambiental y urbanístico con consecuencias «nefastas».
¿En qué consistirá exactamente la operación? Para saldar la deuda de la expropiación de Villa Magdalena, que se complicó por una mala gestión política, el Ayuntamiento dará en propiedad a la empresa Comamsa el subsuelo de Uría y alrededores para construir tres aparcamientos con 1.510 plazas y un solar en Teatinos. Aunque el alcalde defiende que estas obras no obligarán a destruir ni un sólo árbol, otros colectivos dudan de sus palabras. Por tanto, además de la cantidad de recursos y demandas presentadas por los partidos ante la Justicia, ASCIZ solicitará la declaración de BIC.