Para Roberto Sánchez Ramos, portavoz de ASCIZ, y un grupo de vecinos de La Monxina: «Nuestra intención es jerarquizar las propuestas de los vecinos para trasladarlas al Ayuntamiento».
«La prioridad es el soterramiento de las dos líneas del tendido eléctrico que cruzan el barrio, ya que por ellas circulan 132.000 voltios de potencia que parten el barrio en dos, y eso hace que la gente viva en medio de un importante elemento cancerígeno».
En palabras del Sánchez Ramos, «la situación es especialmente grave si tenemos en cuenta que ya en 2002 el Ayuntamiento, la Consejería de Industria y la empresa eléctrica habían llegado a un acuerdo para soterrarlas, algo que cinco años después todavía no han hecho». Sánchez Ramos considera que «la gente dice basta y éste es el momento adecuado. Ahora se ha producido un cambio estructural en el crecimiento urbanístico de la ciudad, algo que explica los movimientos especulativos en la calle del Villar y en la Fábrica de Armas; y en este nuevo panorama, La Monxina deja de ser un islote en Oviedo, por lo que debemos aprovechar esta oportunidad». Además, aseguró, «no nos limitaremos a pedir el soterramiento de las líneas de La Monxina, sino que también pediremos que se haga con las de la zona rural de Les Peñes».
