martes, 15 de diciembre de 2009

<< ¿QUIEN PAGA LA DEUDA DE 18 AÑOS, ALCALDE? >>

Ramos alerta del próximo pago de 5 millones por el palacio de Olloniego, mientras el PP rechaza las enmiendas al presupuesto .

ASCIZ sospecha una subida de los valores catastrales.

Cuando Roberto Sánchez Ramos arma un discurso, suele ser interesante seguirlo. Ayer, tras la comisión de Economía, empezó así: «Un liberal (ya no hay derecha, sólo liberales) dijo: 'La deuda es como cabalgar a lomos de un tigre, tanto si te tiras como si te caes acaba devorándote'». A partir de ahí, Rivi repasó los «pufos» municipales: los 152 millones de euros que se deben a los bancos; los 39 que también se deben, pero a través de Cinturón Verde, y los que no figuran en el presupuesto, como los pagos pendientes por las expropiaciones de Villa Magdalena (el propietario pide 63 millones de euros), El Campón y Rodríguez Cabezas; o, por último, que «el 30 de junio finaliza el plazo para pagar cinco millones de euros por la expropiación del conjunto medieval de Olloniego».

Con todo esto pendiente, el presupuesto sólo reserva algo más de siete millones para expropiaciones. El presupuesto «es irreal», concluyó el concejal de ASCIZ.

La aprobación inicial de ayer fue, a su entender, un gesto vacío que no merecía ni la presentación de enmiendas. «Oviedo ha perdido la autonomía local, no tiene un proyecto de presupuesto, depende de que lo apruebe el Principado», que supervisa las cuentas municipales como consecuencia del déficit de 10,4 millones de euros de 2008. «No ha aprobado siquiera el plan de saneamiento financiero», resaltó. De aquellos polvos, estos lodos. «En esta situación, la única alternativalternativa del PP es la revisión de los valores catastrales, un alza imprevisible de los impuestos», alertó Ramos. La 'idea' es una de las pocas propuestas del plan de saneamiento financiero que conllevó el déficit del año pasado. Y ahí Rivi se plantó: «Vamos a propiciar un debate ideológico y político: ¿por qué hay que revisar los valores catastrales cuando hay más de 15.000 parados». La respuesta, sostuvo, «no está en el viento, con permiso de Bob Dylan; está en la deuda». E insistió: «¿Quién va a pagar tu deuda de 18 años, alcalde, las familias o las empresas?», porque hay empresas, recordó, que «pagan menos de 3.000 pesetas al año (18 euros) por explotar un aparcamiento municipal en el centro de Oviedo con 400 plazas», en referencia al contrato del grupo Masaveu para el estacionamiento de La Escandalera.

La misma sensación de asistir a un gesto vacío le quedó a la portavoz municipal socialista, Paloma Sainz, que habló de un presupuesto «irreal, «con los ingresos inflados» y en el que, descontados los pagos pendientes y el dinero de otras administraciones, «sólo tendríamos cinco millones de euros para inversiones».

«Hay otra forma de gestionar», proclamó, y defendió las 17 enmiendas parciales, presentadas por su grupo y que proponían recortes de entre el 10 y el 20% en partidas como propaganda, atenciones protocolarias y consultorías externas, y aplazar inversiones como el palomar o la ampliación del Café Español - «ya tenemos una sala de exposiciones nueva (en los bajos del Ayuntamiento) y no se usa»-. Ninguna prosperó. «Han dicho 'no porque no'», resumió Sainz.

«Son enmiendas de corta y pega», despreció el concejal de Economía, Jaime Reinares, que no quiso hacer más declaraciones. El presupuesto va a Pleno el lunes.